Simón Bolívar, conocido como El Libertador, fue un hombre de ideales y convicciones profundas que marcaron la historia de América Latina. No fue solo un líder militar, sino un visionario que creía en la posibilidad de un continente unido, libre y justo. Su criterio como libertador se forjó a lo largo de años de reflexión y lucha, impulsado por tres grandes ideales: libertad, igualdad y unidad.
Los Ideales de Bolívar
- Libertad: Desde muy joven, Bolívar se sintió atraído por los ideales de la Revolución Francesa y los escritos de filósofos ilustrados como Rousseau, Montesquieu y Voltaire. Creía fervientemente que todos los pueblos de América Latina tenían derecho a gobernarse a sí mismos, sin la intervención de potencias extranjeras como España. Para Bolívar, la libertad era el principio fundamental, no solo en lo político, sino también en lo social y económico. Libertad para decidir su propio destino, para elegir sus gobernantes y para construir una sociedad más justa.
- Igualdad: Bolívar también abogaba por la igualdad ante la ley. Creía que las sociedades que surgieran de la independencia debían basarse en un sistema republicano donde no hubiera distinciones de clase, raza o privilegio. Para él, la independencia de España no solo era una cuestión política, sino una oportunidad para corregir las injusticias sociales que habían prevalecido en las colonias. Quería un continente donde todas las personas, sin importar su origen, pudieran tener acceso a las mismas oportunidades y derechos.
- Unidad: Pero tal vez el sueño más ambicioso de Bolívar era la unidad de las naciones recién liberadas. No quería que cada país recién independizado siguiera su propio camino fragmentado, ya que creía que esto los haría vulnerables a las intervenciones extranjeras y a las tensiones internas. En su lugar, Bolívar aspiraba a unir a todas las naciones liberadas en una gran confederación que pudiera resistir amenazas externas, garantizar la paz interna y prosperar económicamente. Este sueño tomó forma en el proyecto de la Gran Colombia.
El Sueño de la Gran Colombia
La Gran Colombia fue la realización parcial del ideal de Bolívar. En 1819, después de sus campañas militares y diplomáticas, Bolívar fundó la Gran Colombia, que inicialmente incluía los territorios de lo que hoy son Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá. Este proyecto no solo era una unidad política, sino una declaración de principios: la idea de que la verdadera independencia no se podía lograr solo con la expulsión de los colonizadores, sino con la unión de los pueblos de América Latina.
Bolívar creía que la Gran Colombia podía convertirse en una potencia regional, capaz de proteger los ideales de libertad y autodeterminación en toda América Latina. Quería una nación fuerte y unida, que pudiera resistir las influencias de otras potencias y proporcionar estabilidad a sus ciudadanos. La unidad, para Bolívar, era la clave para la prosperidad y la supervivencia de las nuevas naciones.
¿Qué Fue lo que Falló?
Aunque la Gran Colombia representaba el sueño de Bolívar, la realidad fue mucho más complicada. Los intereses regionales, las diferencias políticas y las tensiones internas finalmente hicieron que el proyecto colapsara en 1831, poco después de la muerte de Bolívar en 1830. A pesar de estos fracasos, el sueño de Bolívar de un continente latinoamericano unido sigue siendo una inspiración para muchos. Su visión de libertad, igualdad y unidad aún resuena en los ideales de muchos movimientos políticos en América Latina.
El Legado de Bolívar
Aunque no vivió para ver su sueño hecho realidad, Bolívar nos dejó un legado profundo. Nos recordó que la independencia no es un destino, sino un proceso continuo que requiere compromiso con la libertad, la justicia y la unidad. Su lucha no fue solo por liberar territorios, sino por construir una América Latina mejor, más justa y más unida.
En La Mesa, Cundinamarca, donde Bolívar pasó durante su campaña del sur, esos ideales se entrelazan con la historia local de sacrificios heroicos y resistencia frente a la opresión. Aquí, Bolívar no solo vio a valientes luchadores por la libertad, sino el espíritu indomable que alimentaba su sueño de una Gran Colombia.
Hoy, recordar a Bolívar es recordar su incansable esfuerzo por construir una patria grande y unida, donde la libertad, la igualdad y la unidad fueran los pilares fundamentales. Aunque la Gran Colombia no sobrevivió, sus ideales siguen vivos, inspirando la construcción de una América Latina libre y soberana.
EL GENERAL DE GENERALES
Por Manuel Gonzales
Periódico Ecos del Tequendama
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco, un
líder, un amigo de su amigo y enemigo de su enemigo, brilló con luz propia, pocos
quisieron extinguirlo y muchos avivaron su paso por los caminos de la libertad.
Cuando los mismos venezolanos le quitaron su apoyo para la libertad de
Venezuela de las manos de los españoles, entendió que solamente lo podía
realizar con el apoyo económico de Santa Fe de Bogotá, pues son ellos, los
bogotanos que creyeron en su ideal y junto con Francisco José de Paula
Santander Umaña, un abogado y militar, que vivió los acontecimientos del 20 de
julio de 1810 y en octubre del mismo año, desertó del gobierno español y se alistó
de manera voluntaria en el ejército patriota. Los dos comandantes se unen en
voluntades y con el dinero de los bogotanos se fortalecen en armas, municiones y
patriotas que van por la libertad de Venezuela, se les une su paisano el general
José Antonio Páez, iniciando la libertad de Venezuela, para poder arrinconar los
ejércitos españoles dirigiéndolos como borregos al corral del centro de Colombia,
tal cual ocurrió, dándose la Batalla del Puente de Boyacá, saliendo victorioso el
ejército patriota.
Y como no hay dicha completa, su amigo y paisano el general José Antonio Páez
Herrera, lo traiciona, su afán de protagonismo en el poder, no acepta la unión de la
Nueva Granada propuesta por Bolívar e integrada por las mismas poblaciones que
Bolívar libertó, Venezuela, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia,
denominada Colombia, pues no existe documento oficial que la llame la Gran
Colombia, este es un hecho que los historiadores le agregaron la gran, para
diferenciarla de Colombia, marcando un período crucial en la historia de América.
Simón Bolívar, el libertador de seis naciones, el hombre de las mil batallas,
desterrado, enfermo, sin poder y traicionado por sus amigos los generales Páez y
Santander viajó a Santa Martha en busca de su última morada, ese encuentro con
Dios, que muy seguramente en el cielo lo recibieron, los héroes y mártires
entonando aclamaciones de entusiasmo que en tierra le brindaron, ahora con más
razón, a viva voz y con el corazón engrandecido, Viva el libertador, Viva el padre
de la patria inmortal, Simón Bolívar.


